Así sucede en el caso del Hilux Dakar con el que Fernando Alonso participará en el próximo Rally Dakar en Arabia Saudí (5-17 de enero) y el Hilux que cualquier cliente tiene a su disposición en la Red Oficial de Concesionarios de Toyota España. No hay tantas diferencias como, a priori, se podría pensar. Y ambos son sinónimo de fiabilidad, durabilidad y calidad. De hecho, uno es el vigente ganador del Rally Dakar y el otro es el pick-up más vendido del mercado.
El Toyota Hilux Dakar de Fernando Alonso se basa en el vehículo de calle aunque con diversas modificaciones para poder afrontar con garantías el rally más duro del mundo. Así, cuenta con un motor más potente, suspensiones, frenos, embrague y caja de cambios específicos y un depósito de combustible de mayor capacidad, lo que permite afrontar grandes etapas maratón en el desierto.
Si el Toyota Hilux que cualquiera puede adquirir se propulsa gracias a un eficiente motor diésel 2.4 D-4D de 4 cilindros en línea y 150 CV a 3.400 rpm, ofreciendo un par máximo de 400 Nm, el Hilux Dakar cuenta con un propulsor de gasolina V8 de 5.0 litros y 325 CV a 5.000 rpm, con una impresionante cifra de par (620 Nm) y una brida en la admisión de 37 mm para cumplir con la normativa.
Las cajas de cambios también son diferentes, ya que el Hilux V8 de Fernando Alonso monta una transmisión secuencial SADEV de 6 velocidades, mientras que el Hilux de calle lleva una automática Super ECT, de igual número de relaciones.
Ambos Hilux cuentan con diferencial de deslizamiento limitado, delantero, trasero y central en el caso de Hilux Dakar y con bloqueo delantero y trasero en el Hilux “convencional”.
Los dos Hilux, el de calle y el de competición, comparten carrocería de tipo pick-up, aunque el de Fernando Alonso es ligeramente más corto pero más ancho, con una altura muy similar, una batalla menor y una mayor altura libre al suelo, con el objetivo de poder superar grandes dunas sin problemas. Así, frente a los 5.330 mm de longitud de Hilux, el coche de Alonso para el Dakar se queda en 4.810mm. La anchura es 14 cm mayor en la versión para el Rally Dakar —1.995 mm frente a 1.855 mm—, mientras que hay 18,5 centímetros de diferencia en la distancia entre ejes a favor del Hilux de calle —3.085 mm / 2.900 mm—.
Con una altura de 1.840 mm, Hilux Dakar sólo es 1,5 cm más alto que Hilux en su versión comercial de doble cabina —la más alta de las tres opciones de la gama—. La altura libre al suelo es de 270-350 mm en Hilux Dakar, frente a los 293 mm (mínimo) del Hilux de calle. El peso es claramente menor en la variante de competición: 1.850 kg —peso mínimo según reglamentación— por 2.095 kg.
La configuración de la suspensión delantera (doble horquilla) coincide en ambos Hilux, no así la trasera, de eje rígido con ballesta en el modelo de calle y de doble horquilla de nuevo en Hilux Dakar. Este lleva llantas de 16 pulgadas con neumáticos de taco grande, mientras que Hilux, en la versión doble cabina, lleva llantas de aleación de 17 pulgas con neumáticos todo uso, no tan enfocados a off-road, aunque puede equiparse con todo tipo de gomas para fuera del asfalto, incluidas algunas de grandes tacos.
Por su parte, el sistema de frenos del Hilux de Fernando Alonso cuenta con pinzas de seis pistones con refrigeración líquida, mientras que en la versión para el público masivo las pinzas son de 4 pistones (eje delantero); los frenos traseros son de tambor.
El depósito de combustible del Hilux Dakar es gigante comparado con el de Hilux de calle, ya que son 520 litros (homologación FIA FT3) frente a 80 litros, por otro lado una cifra nada despreciable en vehículos de calle.